Una historia sencilla y que seguro le habrá pasado a muchas personas. Les cuento el porqué de casarme con mi profesión de Naturópata y Tricólogo. ¿Qué contar de mí? ¿Por dónde empezar? ¿Quién soy verdaderamente? Lejos de ser y hacer una reflexión convencional, creo que si tengo que hablar de mí, tengo que hacerlo desde lo más profundo de mi corazón y contarles mi verdadera historia personal, en vez de hablar de lo bueno, bonito y barato que soy yo y mis servicios.

Hace mucho tiempo tuve la desgraciada noticia de que mi señora madre, mi piedra filosofal, le había tocado la innombrable enfermedad de cáncer de pulmón. A todas estas comento que para mí entender, esta enfermedad era una gran desconocida, puesto que no tenía ni idea y tampoco le había prestado atención a la misma nunca, pero cuando te toca de cerca, te toca…… y no me quedo otra que ponerme a leer y preguntar a diestro y siniestro, para ver como podía entender esa a maldita mano negra, con el fin de ayudar a la mujer que más he querido en mi vida, junto con mi esposa, MI SEÑORA MADRE.

Cuando en aquella mesa del hospital, me sentó una doctora oncóloga, vestida de blanco, muy profesional pero fría como el hielo y con nada de tacto, me comento…

”Tu madre se muere en menos de un año, disfruta de ella, lo que le queda de vida”

Enseguida pensé y esboce!!. La llevare al mejor hospital del mundo, venderé mi casa y todo lo que haga falta, con tal de salvar a mi progenitora.

La doctora me volvió a decir con tono recto y rocoso, que era irrevocable y no se equivocó, porque mi madre no llego a ese año y el cáncer la consumió y se la llevo.

Tras muchas preguntas, emociones acristaladas, gran duelo y gestionando mis emociones como podía…………Un día en mi oficina donde llevaba casi veinte años como asesor contable y fiscal, algo me susurro al oído, “Tienes unos buenos jefes en tu oficina, eres una persona respetable e inclusive laboralmente fija pero;

“SAMUEL, NO ERES FELIZ EN TU TRABAJO , TU NACISTES PARA AYUDAR A LOS DEMAS”.

Para muchos familiares, amigos y yo diría que todo el mundo, me comentaba que era una auténtica locura y más en la sociedad materialista que vivimos, pero lo cierto es que comencé a recibir formación, formación y formación, para intentar ayudar a las personas en la medida de mis posibilidades, creyendo que la medicina es lo más importante.

Mi objetivo era llegar a ser un soldado de la misma medicina, no tengo, ni he tenido nunca como objetivo llegar a ser un capitán general de la medicina, por ello NATUROPATA Y TRICÓLOGO…. intentar con la naturopatía ayudar al ser humano a estar más saludable.

Tras los años, aquellos que no confiaron en mí, ahora piden consultas en mis centros e inclusive tengo la suerte de visitar el archipiélago canario y mi consulta ya ha cruzado el gran charco. Sigo sin ser un Capitán general de la medicina puesto que no opero, para ello están los cirujanos y muy buenos en canarias y España, pero al salir de mi consulta y ver que las personas las puedo hacer un poco más sanas y saludables, es el mejor regalo que puede tener un profesional del bienestar.

Por todo ello me siento el mejor soldado, a tu disposición para luchar contigo en tu batalla personal saludable.

Por ello cito El aforismo que Hipócrates, padre de la Medicina, legó hace 2.400 años es: “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento”.

Mi vida….una vida como la de cualquier ser humano pero la he escrito yo y no la sociedad.